"Duelo" tiene su origen en el dolor, pero en tanatologia no se trata de hacer que te duela o estar en depresión todo el tiempo. Vivir un duelo es el proceso que te toma superar, de forma saludable, alguna perdida.
Existen cinco etapas en el proceso de duelo y podemos estar saltando de arriba a abajo constantemente entre ellas a medida que vamos viviendo nuestro proceso de duelo.
El final de este ciclo es cuando aprendemos la leccion, miramos hacia atrás esbozando una sonrrisa, quiza agradeciendo o simplemente lo dejamos pasar de largo y continuamos nuestro camino. Esto se llama Resiliencia, y de ello hablaré mas tarde.
La primera etapa es la negación, y es cuando nos dan la noticia o nos enteramos de algo que nos impacta o nos duele. Se caracteriza por estar siempre en una negativa o evasión del tema y un rechazo rotundo a aceptar que sucede, que nos duele o que existe.
Un ejemplo seria cuando un adolescente hace Cutting y sus padres se niegan a enfrentar esa situacion o tratarse tambien ellos, justificando que "el del problema es el adolescente, no ellos" siendo que en este caso tambien tienen algo que ver con la practica de su hijo, quiza simplemente negandole la atencion que tanto requiere.
Otro ejemplo podria ser cuando un familiar muy querido fallece y nosotros nos ocupamos en otras actividades como el trabajo para evitar sentir dolor y justificar nuestra ausencia.
La segunda etapa es la ira. Pasamos de negar y evadir a explotar de rabia y preguntarnos siempre el porque de las cosas. Se puede presentar la ironia o el sarcasmo, el odio y rechazo a todo, incluyendo la fe, la religion y Dios. Estamos sintiendo tal dolor que explotamos a la menor provocación aunque no tenga nada que ver con nuestra pérdida.
Ésta etapa se caracteriza por la presencia constante del cuestionarnos el porque. ¿Porque me paso esto a mi? ¿Qué hice yo para merecer esto? ¿Porque no el vecino u otra persona? ¿Porque Dios permite que pasen estas cosas? El preguntarnos siempre el porque nos lleva a descubrir solo cosas que aumentan nuestra ira, que se hace evidente la mayoria de las veces.
Luego pasamos a estar en un estado de tristeza constante. Llanto, baja de animos y energia, pérdida del apetito, abandono de si mismo... Estamos en depresión.
De reaccionar con coraje comenzamos a sentir mas emociones que nos hacen estallar en llanto y podemos sentir ganas de "adormecer" ese dolor con alguna droga como el alcohol. Podemos incluso, si nos estancamos en esta etapa, perder la capacidad de decidir por nosotros mismos.
Es una etapa donde nuestras emociones están en un sube y baja constante y donde el apoyo de alguien se vuelve importante para nuestra recuperacion emocional.
No significa que en ninguna otra etapa no sea necesario el acompañamiento, pero es donde he visto que muchos pacientes se estancan por años y simplemente la presencia de alguien significativo puede servir de mucho.
El humanismo, la compasión, la solidaridad y la empatia; el preservar la dignidad del paciente, cuidar sus derechos, demostrarle que no es solo un objeto más, que hay alguien que se preocupa por ellos y que vale la pena seguir viviendo se vuelve importante. Le ayuda a encontrarle sentido a su pérdida y a la vida misma.
Después viene la negociacion, que es cuando recuperamos nuestra fe y hacemos algunas "negociaciones" con Dios o con nostros mismos para recuperar nuestra vida, aceptar nuestra pérdida y seguir adelante. Es cuando nos abrimos a otras posibilidades.
Aqui puede entrar el caso de hacer una "manda" a un santo para que nos ayude a recuperar la salud de nuestro familiar enfermo. O cuando le pedimos a Dios que nos de permiso de llegar a navidad o a un cumpleaños antes de partir y asi poder resolver nuestros asuntos. Por poner algunos ejemplos.
Al final, nos encontramos en la etapa de la aceptación, donde nos volvemos mas optimistas, llegando incluso a hacer algunas bromas o comentarios sin sentir mayor dolor. A diferencia de otras etapas, ahora entendemos que hay un proposito detrás de todo y hemos aprendido la lección. Podemos mirar hacia atrás, contar nuestra experiencia pero ahora siendo capaces de responder el para que de esa situacion. Somos resilientes.
Llegamos al punto donde elegimos no sentir mas dolor por la pérdida, sino honrar a nuestro familiar difunto y honrarnos a nosotros mismos con la leccion aprendida. Incluso puedes tomar la decisión de cerrar un ciclo con alguien o algo y sacarlo de tu vida, reconociendo que ya no es mas importante en tu camino. Tambien se vale.
Cada uno vive su proceso de duelo a su manera y a su ritmo, no te forces en pasar de una etapa a otra rápidamente, ni obligues a alguien a que lo haga. Puede ser, como decia al inicio, que vallas de una etapa a otra a medida que vas viviendo tu duelo y limpiando tu energía y tus emociones. Si sientes que no puedes solo, pide ayuda, busca a un profesional, a un Tanatólogo, un psicoloco, incluso a un buen amigo que te acompañe y te entienda.
Todos somos humanos y tenemos emociones. Independientemente de si somos hombres o mujeres o si siempre hemos sido los fuertes, hay momentos en que sentimos dolor y es importante sacarlo y no hacernos los fuertes ni obligarnos a enfrentarlo solos.
La tanatología y mis amados Ángeles me han enseñado a que todo tiene un propósito en esta vida y que nunca estamos solos, que hay Ángeles en el cielo y en la tierra dispuestos a acompañarnos en todo momento.
Me despido enviandote un abrazo de corazón a corazón y un saludo a todos los angelitos de bata morada que apoyan en instituciones y hospitales a personas que lo necesitan.
