Creer en ti mismo

“Da el primer paso con fe, no tienes que ver toda la escalera, solo da el primer paso” Martin Luther King.

Dentro de la anatomía espiritual, el creer en ti mismo tiene que ver con el tercer chakra, situado en el plexo solar, que se relaciona con la autoestima, el poder personal y la autoconfianza, sin embargo, también tiene que ver con el primer chakra, relacionado con la abundancia, los instintos básicos y el sobrevivir. Se relaciona en el aspecto de confiar en tus instintos, en tus presentimientos, en esa capacidad innata para salir adelante en lo que te propongas. Tiene que ver tanto con la parte de tu abundancia (material, sentimental, salud, espiritual) como en el aspecto de tu autoestima y la seguridad con la que te proyectas ante el mundo. ¿Puedes ver ahora cuán importante es creer en ti mismo?

Hay varios ejercicios que pueden ayudarte a fortalecer esa confianza en ti mismo, pero lo primero que te sugeriría es iniciar por no criticarte, recuerda que eres un ser nacido del amor universal, creación perfecta de un creador perfecto, por tanto, tus actos y decisiones son perfectas. Si las consecuencias de ellos no te agradan del todo, eso no impide su perfección ni que puedas transformarlas, pero eso es tema aparte. Al criticarte bloqueas la energía de Luz poniendo una neblina entre tú y la Luz, cierras tus chakras o puntos energéticos y propicias la aparición de enfermedades. Por el contrario, si te amas a ti mismo, si en vez de criticarte, te apruebas y te aceptas (asumiendo tus errores y las consecuencias de tus actos para transformarte en un mejor ser humano) expandes tu Luz, alineas tus puntos energéticos y propicias la sanación, el éxito y la felicidad.

El tema es largo y da para un curso entero, sin embargo esto es muy importante que lo entiendas: Eres un ser poderoso, libre y nacido del amor, cualquier cosa que puedas imaginar, puedes lograrla si realmente lo quieres hacer. Como dijo Martin Luther King, da el primer paso con fe (…), seguro de que pisaras en firme y la escalera irá apareciendo poco a poco.

Un ejercicio que puedes hacer es observarte frente a un espejo y mirándote a los ojos repetir, Yo Soy Poderoso, Yo Soy Amor, Yo Soy Paz, Yo Soy Luz. Con ese ejercicio, reconoces tu naturaleza divina y tu fuerza, al mismo tiempo que permites que la guía Divina en su máxima expresión te ayude.

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