sábado, 1 de septiembre de 2018

¿Has tenido días difíciles?


Todos pasamos alguna vez por alguna situación difícil, es parte natural de la vida, y yo creo que son esas cositas las que le dan ese sabor picante que tanto nos gusta a los mexicanos, por ejemplo. Es bien sabido que los tacos más sabrosos pueden quedar geniales con una buena salsa, e incluso una salsa mala, puede echar a perder un buen taco. En las buenas taquerías te ponen diferentes salsas, unas picantes, unas sin picante y otras con verduras diferentes, y cada salsa le aporta un toque especial y diferente a nuestro taco.

Hay salsas que nos pican mucho y preferimos no terminar ese platillo por el picor, o le echamos otra salsa que la contrarreste. Con los problemas es lo mismo, hay situaciones que son picantes como una salsa de habanero en la que si se te pasa la mano puedes ponerle una rica salsa verde de puro tomate que podría representar la suavidad con la que abordas ese problema, el optimismo, los amigos, la familia o los grupos de apoyo con los que cuentes, pero no sé si te ha pasado que aunque andes un poco enchilado por un rato, ese saborcito picante le da un mejor sabor a tu taco. Por otro lado, el elegir no acabarte el taco puede equipararse a consumir alguna droga como el sexo, el alcohol, el trabajo o alguna otra, que te alejan un momento de la realidad, pero lo cierto es que ese taco, con sabor picante, seguirá existiendo, e incluso puede sumarse a la larga lista de cosas que has dejado a medias porque tenían un sabor muy picante, mismas que te dan más “razones” por las cuales seguir adormeciendo tu mente.

Elijo el taco como una analogía de la vida porque es algo muy presente en la cultura mexicana, pero bien podría ser cualquier platillo, como una pasta, una sopa o quizá un buen filete. Es la suma de los ingredientes lo que hace que el plato tome un sabor diferente, y es labor del cocinero saber elegir los ingredientes para que tenga un buen sabor. Aunque lo típico en temas de desarrollo humano sea escuchar que tu vida es una obra de arte y que como artista escoges los elementos que aportarán algo importante a tu pieza de ese dia, el significado es lo mismo ¿a qué te sabe tu vida cuando tienes un problema? Y si fuera una obra de arte, ¿de qué tipo seria? El sabor cuando la vida tiene algún problema es acido, picante, amargo, y si fuera obra de arte quizá sería de estilo gótico o como un collage en tonos grises.

No es el vaso el que está vacío, es tu perspectiva del mismo vaso que está lleno de aire. El cómo enfrentas un problema es lo que te da ese valor como persona espiritual, creyente o simplemente, de calidad humana. Así como la salsa que le da un toque especial al taco o a una pasta, asi el problema que enfrentes y sobre todo, el cómo lo enfrentes, es lo que le dará el valor y el sentido a tu vida. ¡Y claro que se vale mentar madres y enojarte! Pero no te enganches a esa emoción, sobre todo si sabes que eso no tiene ningún efecto en la solución de tu problema, por el contrario, puedes preguntarte ¿Qué necesito aprender de ésta situación difícil que estoy viviendo ahora?  O preguntarte ¿Qué me he resistido a ver o aprender que ahora se manifiesta a través de ésta enfermedad o problema que estoy viviendo?

Tus problemas pueden ser tus mejores aliados y tus más grandes maestros, o tus peores enemigos, según como elijas verlos, y lo ilustro con ésta frase de George Bulwer-Lytton, “es difícil decir quien nos hace en la vida más daño, si nuestros enemigos con su peor intención o nuestros amigos con la mejor”. Ahora refuerzo ésta misma idea con la situación que vivió el doctor Viktor Frankl, un psiquiatra judío que vivió tormentosos días en campos de concentración en la época nazi, quien al final de esos días pudo encontrar un propósito diferente que uso para ayudar a más personas a salir de las vicisitudes o cataclismos que cada uno enfrenta dia a dia, y cuya experiencia de vida se encuentra recopilada en su libro El Hombre en busca del Sentido y en la Logoterapia, forma terapéutica que consiste en encontrar un nuevo propósito en la vida ante un acontecimiento muy difícil.
En mi caso, mis amados Ángeles me han enseñado que cada cosa en nuestras vidas cumple un propósito en ella, para nuestro bien y el de todo el Universo. Que lo mismo puedes enfrentar ese problema mentando madres todo el tiempo (contribuyendo a la gastritis, las piedras en el riñón, las enfermedades del hígado o al cáncer que puedas tener ya o que estés desarrollando) o tomando responsabilidad de él, aceptándolo como un buen aliado, escuchando su mensaje y ocupándote de resolverlo sin tanto alboroto. Claro que hay cosas en las que puedes resolverlas solo, pero también habrá otras que quizá necesites pedir ayuda… ¡y para eso estamos aquí tus angelitos y yo! Dios es tan bueno con nosotros que si tu problema es muy fuerte, tienes un ejército en el cielo dispuesto a ayudarte en la batalla, y un ejército de profesionales en la salud, la mente, la espiritualidad e infinidad de temas más, que también estamos dispuestos a ayudarte a resolver tu problema, asi que, no tengas miedo en pedir ayuda.

Te deseo paz más allá de todo entendimiento.
Alex Estrada

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